4 de agosto de 2011

Y se juega la vida siempre en causas perdidas.

Maldigo el día en que te cruzaste en mi camino, el día en que empezamos a ser grandes amigos y el día en que esa gran amistad se convirtio en la historia de amor que nunca olvidaré. Era imposible, estaba fuera de mi alcance que pudiera saltar la chispa del amor entre los dos, pero saltó. Me atraia lo prohibido y necesitaba cada dia más de ti. Ni ahora tu me odias más ni yo a ti te quiero menos.

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