12 de febrero de 2012

No importa el camino que tenga que recorrer, mientras que lo haga junto a ti.

Es él. Ése que en el momento menos esperado aparece, y que sin querer le sonríes. Ése que esperas de vez en cuando en alguna esquina a que llegue, y que te quedas mirando embobada cómo se va. Ése que sabe cabrearte alguna que otra vez, pero que en el fondo sería incapaz de enfadarse contigo. El que te vuelve loca en cuestión de segundos. Es como si sólo él supiera verte el alma. Ése que cuando te habla solo eres capaz de prestarle atención a sus ojos, y a su boca. Ésa que es la única debilidad que tienes. Es por el que ya no escondes sonrisas que nadie conoce, y sabes que él es el dueño de todas y cada una de ellas.

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