Tan imperfectamente perfecto. Tan irreal, tan inconsciente, tan inseguro de tí mismo... o tal vez tan ágil, como para que no me dé cuenta. Tú, tan feliz, una vez más se me acerca tu aroma poco a poco, adentrándose en cada poro de mi piel, y simplemente eres increíble. Eres increíble cuando callas y lo dices todo, cuando miras lo que te rodea cuando quieres mirar algo fijo, cuando desvías la mirada para disimular. Nosotros, tan increíblemente invencibles que somos capaces de hablar con miradas y sonrisas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.