Disfrutar al máximo, como si mañana, fuese uno de resaca. Así que desfásate, vive las sonrisas, llora con ganas. Siente la música, siéntela bailar y transmítelo por tus caderas. Enseña los dientes a cada flash que te ilumine, y besa. Besa hasta que te quedes sin besos. Vive hasta que se te cierren los ojos, y cógete de cada mano para estar segura y siempre tengas un hombro donde vivir. Tírate del pelo hasta que se te rompa un mechón. Pega a aquellos que se lo merezcan. Vive cada día como si fuera tu útimo día de existencia, como lo hacemos tu y yo juntas. Si realmente la vida dura cuarenta y ocho horas, yo quiero vivirlo contigo.
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