24 de mayo de 2012

A veces no, a besos.

Háblame de amor, háblame de lo que sientes cuando esa persona que tanto quieres te roza. Cuando te besa lento, rápido o como quieras, cuando te abraza y te dice "te quiero". Háblame de las veces que has querido que se detenga el reloj y la luna ha sido inoportuna con su amigo el tiempo. Cuéntame como te has sentido cada vez que te besa y te coge de la mano con un toque fuerte. Merece la pena sentir como te mira, como roza tus labios y te enreda en su cuerpo, como si fueran cuerdas, protegiéndote del frió. Cuéntame si te ha pasado que va mas allá de la atracción, si puedes decir que es amor. Podrías demostrarme si sientes su respiración, que hace una carrera con la tuya y cada vez corren más rápido. Dime si interviene la típica sonrisa de "Gracias por estar conmigo", esa que demuestra que en sus brazos eres feliz. Dime si deseas no irte de sus brazos. También me puedes contar tu miedo a perderle, a no imaginarte sin él, pero no te preocupes, te encontrarás con sus brazos, los que te confirmarán que eres perfecta. Háblame de cada vez que te dice "Lo siento", porque sabe que te ha hecho daño de algún u otro modo y lo único que hace es abrazarte y darte besos. Y sabes que algo te dice que es él.




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